Técnica de los 5 por qué

El análisis de los 5 por qués (o los 5 ¿por qué?) es uno de los muchos métodos para encontrar la raíz de un daño.

Consiste en un método interrogativo, en el que se pregunta por qué se produjo cada evento que precedió al daño hasta encontrar la causa raíz. Generalmente, se necesitan solo 5 preguntas para obtener la respuesta que buscas, de ahí el nombre “5 Por qués”.

La gran ventaja de este método es reconocer que hay una serie de eventos que preceden y causan el fallo. Casi siempre los daños se producen por un conjunto de causas y efectos, o un “efecto dominó”, más que por un evento inmediatamente anterior. El análisis de los 5 Por qués es un método simple y rápido para intentar determinar el verdadero origen del problema, que podemos utilizar en una gran variedad de contextos.

¿Cómo surgió el método de los 5 Por qués?

Cuando hablamos de los métodos para hacer el análisis de la causa raíz, siempre es interesante ver en qué contexto ha aparecido. La técnica de los 5 Por qués fue desarrollada por Sakichi Toyoda, el fundador de Toyota. De acuerdo con los principios de Toyoda, la máquina “para cuando ocurre un problema”. Preguntar “¿por qué?” 5 veces permitía descubrir el origen de ese problema – y la solución para evitarlo se hacía evidente. El concepto formó parte del sistema de producción de Toyota durante la expansión de la empresa, y hoy en día se sigue aplicando como parte de una metodología lean.

¿Cómo hacer un análisis de los 5 Por qués?

Como cualquier otra herramienta de análisis de la causa raíz, este método no debe ser realizado por una sola persona. Reúne a profesionales con un profundo conocimiento del activo, pero que estén dispuestos a mirar el problema desde otra perspectiva y explorar todas las respuestas.

Lo ideal sería que todo el equipo pudiera acompañar el problema que se está analizando. Todo el mundo tiene que estar de acuerdo con la descripción del problema. Por ejemplo, todo el mundo debería llegar a la conclusión de que la definición más apropiada del daño es “el coche no arranca” en lugar de “el encendido no arranca”, ya que tendría diferentes implicaciones en los siguientes pasos.

Ahora que están todos en sintonía, es hora de empezar a preguntarse ¿por qué? Las respuestas deben coincidir con los hechos, no con las suposiciones sobre lo que pasó. Es probable que no todos los miembros del equipo presenten las mismas respuestas, así que hay que debatir hasta llegar a un consenso.

No pares demasiado pronto – intenta llegar al menos a 5 preguntas – pero también debes aprender a parar. Cuando las respuestas no ayudan a comprender el daño, o cuando no se dan más sugerencias sobre posibles soluciones, es hora de parar. 

Planea cambios en tu plan de mantenimiento

Después de completar el análisis, el grupo debería hacer sugerencias sobre lo que se puede hacer para evitar daños similares en el futuro. En esta etapa, puede ser útil examinar de nuevo todas las respuestas para aplicar los procesos de control en las diversas etapas del proceso.

Descarga La Guia de uso

Puedes usar nuestra pizzarra virtual